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La Virgen del Puy
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Hacia ya algunos años que el brazo de Dios, bajo la forma de una horrorosa sequía, se dejaba sentir en esta villa.

Sus campos todos estaban áridos, desiertos, asolados, y como consecuencia de esto, el hambre, comenzaba cruel a hacer estragos, entre sus desgraciados vecinos. Y para que el cuadro, fuese aun más horrible y desgarrador, apenas encontraban un poco de agua con que apagar su ardiente sed, y los pozos ya no suministraban la suficiente para los ganados, y caballerías de labor.

En uno de estos terribles, días, se dirigían dos  labradores con el corazón traspasado de dolor, a inspeccionar sus estériles campos. Un sol abrasador se reflejaba en ellos, cual sobre las arenas del desierto, y los vulcanizaba con sus ardientes rayos­.

Estos piadosos labradores, al contemplar tal espectáculo, elevan sus ojos al cielo, y  piden al Omnipotente Levante su brazo poderoso, compadeciéndose ya de la aflictiva situación de su pueblo..

Mas, como el conducto por donde; Dios acostumbra generalmente a conceder sus gracias, es Maria, he aquí que los dos se sienten inspirados a un mismo tiempo a marchar en rigurosa peregrinación al monte Anicio vulgarmente llamado el Puy, donde hoy se  encuentra la ciudad del mismo nombre en Fran­cia, y en donde siempre ha existido una mila­grosa imagen de Nuestra Señora. Teniendo los aragoneses en Zaragoza a nuestra excelsa Patrona, parecía una cosa. inútil ir tan lejos a buscar el socorro: mas el Señor acostumbra muchas veces enviar sus hijos a países lejanos para probar su obediencia, y darles después el fruto de ella, juntamente con el del sacrificio y en la que la Santísima Virgen se les apareció  y les dijo: Estoy muy satisfecha, hijos míos, de vuestra obediencia y piedad: volved, volved tranquilos, queridos míos, a vuestra amada patria y a una distancia conveniente de vuestro pueblo hacia el poniente, herid la tierra con vuestros bordones, y ella os dará una fuente con la que podáis socorreros en vuestra aflictiva situación.

Llenos sus corazones de una santa alegría a la par que de la mas profunda gratitud, volviendo inmediatamente a su país, no sin haber dado las gracias a la que esta llena de todas ellas.

A su llegada, el dolor mas vivo y desesperación mas profunda se veían pintados en los semblantes de todos los habitantes de Mallén.

Los peregrinos, entonces, llenos de una santa confianza, conducen a sus paisanos al lugar designado por Maria; y allí, herida la tierra con sus bordones, brota una hermosísima fuente, la que, a pesar de tantos siglos transcurridos, se conserva en el día de hoy sin haber memoria de que se haya secado jamás.

Muy pocos meses habían pasado que se verifico el prodigio que acabamos de describir, y una hermosa, aunque sencilla capilla, se elevaba ya cubierto de la misma fuente, en testimonio de gratitud a la Reina de los cielos por tan señalado beneficio.

Venerabase en ella con la mayor devoción una imagen de Maria, hecha a semejanza de la del Puy de Francia, y que recibió también su mismo nombre.

Algún tiempo después, edificose sobre el  Santuario una modesta casa para el guardián que siempre ha estado al cuidado de la santísima Virgen.

En el Santuario del Puy fue donde se visitaron los dos grandes reyes, San Luis de Francia y Don Jaime I de Aragón; el cual, después de la toma de Alcira, fue llamado aquí por San Luis, para tratar de grandes asuntos relacionados con las monarquías de Francia Y Aragón, según escribe D. Bernandino Gómez de Miedes en su historia del Rey D. Jaime I.

En el año 1658, fundose la cofradía que hoy existe bajo el titulo de Nuestra señora del Puy, y que desde entonces sigue tributando todos los años a su gloriosa Patrona los mas solemnes cultos.

Mas como ni la casa, ni tampoco el Santuario fuesen, suficientes a contener la multitud de fieles que acudían a todas horas a venerar a su Madre y protectora, se pensó en el siglo pasado construir un templo, más capaz, y que es el que hoy existe sobre la .fuente.

El día 14 de junio de. 1751, fue colocada la primera piedra con todas las solemnidades que prescribe  el Ritual Romano, por el muy Reverendo P: Vicente Haced, Superior del convento de Franciscanos de la misma  villa.

Para llevar a cabo las obras, no se contaba con más recursos que can la piedad de los fieles hijos de  Mallén; los que solícitos en complacer a María ofrecieron todos contribuir con sus donativos, y con su trabajo los que otra cosa no podían, hasta ver terminado dicho templo. Pero el que mas se distinguió en esta obra, ya corno iniciador de ella, y ya también por sus grandes esfuerzos hasta verla  terminada, fue el H. Valero Pascual, guardián del Santuario de Nuestra Señora...

 Lleg6 por fin un día verdaderamente memorable para, la villa, de Mallén, en que terminadas ya las obras del templo dedicado á María, iba á procederse a su bendición, y solemne traslación de tan venerada Imagen.

Era el día II de Septiembre de, 1768. Muchísimo antes que los primeros rayos del sol viniesen a dorar los torreones de su antiquísimo castillo, las campanas de la parroquial anunciaban a los fieles, que muy pronto saldría de ella otro sol de una incomparable hermosura, para ir a habitar el templo, que la gratitud de sus hijos acababa de edificarle.

Pocas horas después, una brillante procesión salía de la, iglesia parroquial conduciendo a María a su nueva casa. Y en verdad que fueron grandiosas las fiestas de su inauguración durante las cuales, según se lee en sus archivos, no podía transitarse por las calles a  causa de la multitud tan grande de fieles que dé todas partes vinieron a presenciar los festejos con que Mallén obsequiaba a su Patrona en el nuevo templo.

Este edificio está construido a la manera de cruz latina, sobre la fuente y mirando al Oriente. En el testero o cabeza de la cruz se halla el altar mayor, cuyas hermosas, columnas sostienen la capilla de la Virgen completamente aislada del edificio. El centro de la cruz está coronado por una sencilla cuanto hermosa cúpula. En el brazo derecho hay dos altares: uno de Nuestra Señora del Pilar en su venida a Zaragoza, pintura de extraordinario merito, y otro de San Antonio Abad. En el izquierdo se hallan colocados los de Nuestra Señora del Carmen, y un devoto crucifijo del convento de Franciscanos de esta villa.

Elegantes verjas rodean el presbiterio, igualmente que las tribunas y coro, las cuales fueron construidas en I866, a la par que las dos hermosas puertas de hierro, las cuales, dejando libre á los fieles todo el espacio del coro, cierran lo restante del templo, pudiéndose contemplar todo él á través de los verjados.

Lo que antes era la primitiva capilla de la Virgen, es hoy un espacioso patio o salón de descanso, tan útil en el invierno para pasear al abrigo viento Norte, como agradable en el verano para pasear sus calurosos tardes libres de los rayos del sol.

 La plazoleta de la Virgen, esta limitada al norte por una serie de pequeños arcos o galerías de las cuales brotan las aguas, las que una vez reunidas bajo el gran arco que sostiene el salón, comienza a deslizarse por su cauce, bojo un pintoresco bosquecillo.

Pero... no estaba aun todo completo. Los devotos que a todas horas iban a visitar a Maria, tenían que andar serpeando desde que salían de la población por una angosta senda que llevaba la misma dirección que el agua de la fuente, y que en días de lluvia estaba verdaderamente intransitable.

Para completar, pues loa obra y que nada hubiese que desear, se construyó en 1833 un delicioso paseo de 500 n de longitud, que partiendo en línea recta desde la población, termina en la plaza de la Virgen, ostentando de trecho en trecho sólidos bancos de piedra, igualmente que en todo el diámetro de la plaza, bajo cuyos copudos árboles, y respirando el aroma de sus canoras avecillas, el alma se extasía contemplando las infinitas gracias y bondades de nuestra cariñosa madre la hermosísima Virgen del Puy.

                     Francisco de Córdoba en Manlia y Mallén

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